Editar un libro garantiza al lector la mejor versión del autor

Los libros que han tenido éxito comercial usualmente tienen dos características: una portada atractiva con un título sugestivo y que hayan pasado por un proceso de edición. Esto no significa que por tener una linda portada y estar bien editado, un libro tendrá asegurado el éxito comercial, pero esas dos características son usuales en un libro exitoso. Por otro lado, la buena acogida de un libro la determina finalmente el lector (destinatario final de la obra), que es quien decide si la obra es buena o no al comprarla y recomendarla.

El trabajo de edición de un libro usualmente es desconocido para los autores, sobre todo para los que autopublican. En principio, toda obra debería ser editada por un editor profesional, para que pueda ofrecer al lector una obra depurada y acorde con sus expectativas y necesidades en función del éxito comercial. Dentro de esta labor, el editor lee y analiza el borrador del autor y elabora un informe que contempla los aspectos que deben ser mejorados o cambiados. Una vez discutidas estas recomendaciones, el autor procede a modificar su obra según los parámetros indicados hasta que el borrador se convierte en un original listo para ser publicado.

No hay que olvidar que, aunque la función del editor es intervenir y ajustar la obra, el libro sigue siendo del autor. En este sentido, la edición es un trabajo de negociación entre el editor y el autor que tiene por destinatario al lector, de manera que se pueda ir mejorando la obra para que cumpla con sus necesidades. El tipo de edición o intervención que se realice dependerá del tipo de obra de que se trate, así, no es lo mismo editar una novela que un poemario o un ensayo.

En el caso de la narrativa (cuento, novela, crónica…) la edición del libro debe garantizar al lector que, mediante una redacción fluida, sencilla y bien estructurada, el texto le transmita de forma natural los sentimientos y conflictos de los personajes y que estos estén bien caracterizados, que disfrute de descripciones balanceadas y tramas claras y cautivadoras, lo cual le permitan mantener el interés desde el principio hasta el final de la historia.

En el caso de un ensayo, la edición del libro le debe garantizar al lector que el texto le comunique con claridad y sencillez las ideas según su nivel de conocimiento sobre la temática expuesta, además, que la información esté bien estructurada y, sobre todo, fundamentada, para que tenga credibilidad, una conceptualización original y consistente que le dé sustento a todo el planteamiento teórico y práctico.

En el caso de libros didácticos o técnicos, la edición del libro le debe garantizar al lector que el material cubra adecuadamente los programas en los que se sustenta o las temáticas abordadas, que la información sea tratada con rigurosidad pedagógica, técnica o científica, que el lenguaje esté acorde con su nivel de conocimientos, que posea una estructura que permita la asimilación de los temas de forma gradual y sistemática, cuidando el valor didáctico y pedagógico tanto de la parte textual como de la parte gráfica.

En síntesis, el proceso de edición, de la mano de un editor profesional, no solo es deseable en toda obra literaria, sino que constituye un proceso necesario para garantizarle al lector la mejor versión del autor.